Las Vegas

Como prometí el martes pasado, voy a contaros qué me ha parecido la ciudad de Las Vegas.

No sé cómo afrontar este post pues es un viaje lleno de contradicciones. 

Las Vegas es una ciudad creada de la nada, una burbuja que encierra un mundo ficticio; mundo que me ha encantado visitar y vivir desde dentro.

Vistas de los hoteles desde distintos puntos del Strip

Hay pocas ciudades en el mundo donde encontrar las extravagancias que encontramos en Las Vegas; ver las fuentes del Bellagio bailando al son de Sinatra, un volcán en erupción en plena calle o cruzarte con un Transformer allí es algo de lo más normal.

Las centelleantes luces de las máquinas, la música de fondo por todas partes (hasta por la calle), las tiendas (¡y qué tiendas!) y las grandes pantallas anunciando los próximos espectáculos hacen que nuestra mente esté recibiendo estímulos continuamente.

Máquinas en el casino del hotel New York, New York

Os dejo con más imágenes tomadas en el viaje :)

Fuentes del Bellagio de día

Sala de apuestas en el casino del hotel Wynn

Rin de boxeo situado en el casino MGM

Jardín en el vestíbulo del hotel Wynn

Restautante en el interior del hotel Wynn

Máquina de la fortuna que aparece en la película "Big"

"Forum Shops" en el hotel Caesar Palace

Escaparate del la tienda Ted Baker

Ascensor en el hotel The Venetian

Bolsa de Macy´s

Vista de la entrada al hotel The Venetian desde Tao

Crepe de Nutella, en el hotel Bellagio, que nunca olvidaré :)

Maquinas "Sex in the city" en el casino del hotel The Venetian

Bailarina en el Strip junto al hotel Bally´s

Fastuoso techo de una cafetería dentro del hotel Wynn

Terminal del aeropuesto de Las Vegas, con las máquinas al fondo

Me chocó mucho levantarme y ver a la gente a las 8 de la mañana  jugando en las máquinas y ruletas. Y también el hecho de que la calle principal te obligue a atravesar por centros comerciales y casinos.

Recuerdo mis desayunos con mucho cariño. Me compraba un café y un croissant para llevar y me lo tomaba en la puerta del hotel a los pies del puente de Rialto con música de navidad de fondo.

Desayunando en el acceso al hotel The Venetian

Una de las cosas que me llamó especialmente la atención fue la existencia en algunos casinos de zonas interiores que emulan estar en el exterior, gracias a una iluminación que simula la luz natural y a bóvedas que tienen un cielo pintado. Un cielo artifical e inmóvil que crea una sensación sorprendente y extraña.

Cielo pintado en el hotel The Venetian

 

Está claro que se disfruta en Las Vegas con el ajetreo de los casinos, las tiendas y todo el espectáculo que se genera alrededor; pero llega un momento en el que te das cuenta de que estás en un mundo irreal y como Truman piensas en despegar ese cielo de mentira para volver a la realidad. 

Porque la realidad, aunque no sea tan agradable, es de verdad. 

(Aunque a veces necesitamos evadirnos en la irrealidad. 

Y para eso Las Vegas, es un paraíso.)

¿Qué os parece la filosofía de esta ciudad?

¡Pasad un feliz lunes!